
TITULARES
Lunes, 12 de julio de 2010.
1. Fiebre de fútbol en el Palacio Quemado: Evo Morales sueña con que Bolivia juegue la siguiente final contra España el año 2014
2. El litio, posible remedio a dependencia del petróleo
3. Rusia se preocupa porque Bolivia no hizo trámite de crédito para comprar armas
1. Fiebre de fútbol en el Palacio Quemado: Evo Morales sueña con que Bolivia juegue la siguiente final contra España el año 2014
(Bolivia21 y AP). El presidente Evo Morales felicitó a España por la victoria de 1-0 ante Holanda que le llevó obtener la Copa Mundial de Sudáfrica y aseguró que sueña que la próxima final sea frente a Bolivia.
“Felicidades a la selección de España, al director técnico y esperamos que la próxima final sea España-Bolivia”, dijo tras terminar de ver el partido en la residencia del embajador de España en La Paz, Ramón Santos.
A modo de broma indicó que después de los aciertos del pulpo Paul los brujos indígenas no tienen más trabajo para predecir el futuro y más que todo un ganador.
Santos respondió que Morales le dio suerte a su equipo al seguir el partido conjuntamente.
Los medios informativos comunicaron que Evo Morales padecía de una fuerte infección estomacal, que lo habría dejado inhabilitado las últimas jornadas, pero al parecer ello no impidió a Morales ver los últimos partidos de la Copa Mundial de fútbol e incluso contactar al próximo entrenador de fútbol.
Morales el sábado dijo que, según su percepción, “Forlán es el mejor jugador del Mundial” y que el volante argentino Lionel Messi “sigue siendo el mejor del mundo”.
El gobernante boliviano es fanático del fútbol tanto que se contactó con el director técnico español Xavier Azkargorta, para que Bolivia pueda clasificar a un Mundial de Fútbol.
De la mano de Azkargorta Bolivia clasificó al mundial de Estados Unidos en 1994 y por ello presentará a Morales un plan de trabajo para la eliminatorias al Mundial de Brasil 2014, informaron medios locales.
Aún no se conoce si Azkargorta dirigirá al seleccionado boliviano.
2. El litio, posible remedio a dependencia del petróleo
Por Adrian Addison
Pese a que su aspecto -plateado, blando y liviano- no llama la atención, el litio podría ser una cura para la adicción mundial al petróleo por su papel en la fabricación de baterías, una perspectiva que puede generar importantes ingresos a países como Bolivia o Afganistán.
Bolivia cuenta con una fabulosa reserva de ese metal, estimada en 100 millones de toneladas, en el salar andino de Uyuni (departamento de Potosí), el desierto salino más grande del mundo, de unos 10.000 km2.
El presidente boliviano, Evo Morales, que impulsa un proyecto para la explotación del metal, ha planteado a las empresas extranjeras japonesas, francesas y coreanas interesadas en el litio de Bolivia, que ofrezcan la fabricación de baterías y de automóviles eléctricos en su territorio para formar una sociedad.
Pero el país andino no es el único con esta riqueza. Un estudio de geológos estadounidenses dio a conocer, en junio pasado, que Afganistán tiene casi un billón de dólares en reservas minerales sin explotar, incluyendo reservas de litio tan importantes como las de Bolivia.
Según una nota interna del Pentágono, Afganistán -devastado por décadas de guerra- podría convertirse en la “Arabia Saudita del litio”. Asegura que la cantidad de este material hallada en la provincia afgana de Ghazni es mayor que la de todo Bolivia.
El hallazgo fue realizado por geólogos estadounidenses que encontraron en 2004, según el diario The New York Times, mapas geológicos elaborados en 1980 por sus colegas soviéticos.
Estos mapas fueron escondidos por geólogos afganos durante la guerra civil (1992-1996) y el régimen de los talibanes (1996-2001).
“Los recursos naturales de Afganistán tendrán un rol determinante en el desarrollo económico del país. Nuestras reservas naturales son más importantes de lo que creíamos”, declaró Jawad Omar, portavoz del ministerio afgano de Minas y de Industria.
Las compañías mineras y tecnológicas llevan mucho tiempo mirando con avidez este metal.
El litio es un componente indispensable de las baterías recargables, utilizadas por los teléfonos y las computadoras portátiles, los iPods y iPads, así como para los soportes informáticos militares y médicos.
El litio es usado incluso dentro del cuerpo humano para el funcionamiento de los marcapasos.
Sin embargo, el interés por este metal se centra ahora en su utilización para el funcionamiento de vehículos eléctricos e híbridos, un mercado en el cual se espera una explosión en los próximos años.
Los fabricantes de automóviles japoneses Nissan, Honda y Toyota se encuentran entre los que apuestan con fuerza por ese tipo de vehículos, que no emiten gases de efecto invernadero y que deberían empezar a reemplazar a aquellos impulsados por gasolina.
En ese sentido, las baterías recargables de iones de litio -conocidas también como baterías Li-Ion-, y potencialmente nuevas baterías como una que combina litio con oxígeno, se perfilan como la mejor opción por su eficiencia, su escaso peso y su gran capacidad de almacenamiento de energía.
El presidente norteamericano, Barack Obama, ha dicho que quiere un millón de autos híbridos eléctricos en las carreteras de su país en 2015.
Su vicepresidente, Joe Biden, afirmó recientemente en la ceremonia de inauguración de una planta de fabricación de baterías de litio que este producto podría reducir la dependencia norteamericana del petróleo y prevenir desastres como el reciente derrame de crudo en el Golfo de México.
En el sector minero, las compañías también comienzan a moverse con prisa.
La australiana Orocobre firmó en enero pasado un acuerdo con Toyota para desarrollar un proyecto de litio en Argentina.
En junio, un consorcio surcoreano y una firma minera canadiense lanzaron una exploración de litio también en Argentina.
Galaxy Resources, una compañía minera y química australiana, comenzará muy pronto a procesar en su planta de China los recursos de la segunda reserva mundial de espudomena, un mineral fuente de litio, situada en el oeste de Australia.
“¿Es este el fin del petróleo? Ojalá”, dijo el jefe de marketing de Galaxy, Anand Seth, admitiendo sin embargo que la cuestión “no es tan simple” y faltan aún muchos años para que llegue ese momento.
3. Rusia se preocupa porque Bolivia no hizo trámite de crédito para comprar armas
El Gobierno de Rusia está preocupado porque su homólogo de Bolivia aún no ha comenzado el trámite para conseguir un préstamo de 300 millones de dólares destinado en parte a potenciar a sus Fuerzas Armadas, publica hoy la prensa local.
El encargado de Negocios de la embajada rusa en La Paz, Alexander Mironov, declaró al diario La Prensa que el ministerio boliviano de Economía aún no ha enviado la información necesaria a esa legación para comenzar una negociación.
“Por eso este proceso no está en marcha ahora y nos ha preocupado, porque no hay una respuesta de su Gobierno”, sostuvo. El presidente Evo Morales habló sobre la posibilidad del crédito en febrero del 2009 en una visita a su homólogo ruso, Dmitri Medvedev, en Moscú, y después en abril de este año avanzó en el asunto con el primer ministro ruso, Vladimir Putin, en Caracas.
El diplomático ruso subrayó que “el proceso está parado” porque el ministro de Economía, Luis Arce, no envió la información necesaria y de momento todo lo que se tiene son “acuerdos verbales que se han hecho, pero eso no quiere decir que sean definitivos”.
“Nosotros estamos dispuestos a seguir colaborando en lo que el Gobierno boliviano pida, pero todo tiene que hacerse cumpliendo algunos requisitos que ya les hemos hecho conocer a su Gobierno”, insistió. Rusia necesita saber a qué sectores irá destinada la ayuda en defensa, hidrocarburos o agricultura y conocer cuáles son las condiciones macroeconómicas de Bolivia para acceder al crédito.
La petición pasa por trámites que hasta la aprobación por el parlamento pueden durar un año, explicó el diplomático. Uno de los pedidos del Gobierno era un avión presidencial del tipo Antonov para viajes intercontinentales que Morales usaría además de la nave falcon francesa que adquirió hace algunas semanas.
Según el mismo periódico, fuentes del Gobierno de Bolivia señalaron que al conocer las condiciones del crédito ruso en sus intereses se produjo un declive en las esperanzas iniciales de obtener los fondos. La fuente señaló que el ministerio de Economía realiza un estudio sobre la conveniencia de contratar el préstamo de 300 millones de dólares, parte de los cuales debería destinarse a fortalecer a las Fuerzas Armadas.
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